O parrulo nun vaso

Como dije ayer, fuimos al concierto de Ismael. Que decir? una frase lo resume todo. Sin duda los 3€ mejor invertidos de toda mi vida. Si, 3€ era el precio de la entrada (para menores de 25, 10 para el resto). Irrisorio para lo que después nos ofrecieron Isma y banda.

Entre historias que nunca había escuchado (solo repitió la lectura de una carta en botella respecto al concierto que ya había visto en el Palau), canciones nuevas y no tan nuevas (pero inolvidables) y, sobre todo, las charlas que mantenía continuamente con su percusionista que nos hacían reir ininterrumpidamente y que en más de una ocasión hicieron que Ismael tuviese que parar de hablar al no conseguir contener sus carcajadas.

Se comportaron como si estuviesen en famila (el local no era demasiado grande y se pretaba para esto), con una relajación total y un buen humor que contagiaron a todos los espectadores en una noche mágica.

Destaco esto porque lo bonito de los conciertos de Ismael, de su voz, de sus canciones y del ambiente que crea entre amigos y familiares es por todos conocido y, aun siendo habituales las risas en sus actuaciones, lo de ayer superó al resto de conciertos que había visto de el con creces.

Se debe destacar también que estábamos sentados en primera fila, lo que nos permitió verlo perfectamente y con todo lujo de detalles e incluso escuchar lo que se decía fuera de micrófono. No teneis más que ver esta maravillosa foto sacada por la parrula para imaginaros la distancia a la que estábamos del cantante.

Finalmente, y como punto final en lo alto, pudimos sacarnos una foto con él. Esperamos un ratillo y salió a hablar con la gente, Javi pudo regalarle el retrato hecho por Héctor y todos juntos pudimos dirigirle unas palabras, felicitarlo y sacarnos una foto con él, esta que veis a continuación junto a otras dos que pongo para que os hagais una idea de lo que fue una noche realmente mágica.