O parrulo nun vaso

Se acabó, por fin se acabó la fiesta del estudio, el mes de trabajos y examenes más intenso desde que estoy en Barcelona. Ahora me esperan unas breves y merecidas vacaciones que me llevarán desde Granda a cada uno de los rincones que merezcan la pena de Barcelona.
Volveré a aparecer por los bares, a tomar algo en el Mediterraneo o en el Pipiolo, a que me nieguen la entrada en el Mariachi por la gran aglomeración en su interior. Volveré a ver a los colegas tocando en el Solo, volveré a beber licor café en casa y llenaré las estanterías que faltan en el mueble del salón con esas elegantes botellas de Estrella (no Galicia pero si Damm).

Y es que, al igual que cuando se empieza un nuevo año se tienen muchos nuevos propósitos, y se planean multitud de cosas, yo empiezo un "nuevo año" académico y debo disfrutar los últimos momentos antes de entrar en la farragosa rutina de la UPC.

Las gentes que fomentan guerras por patrias de tierra y dinero deberían de escuchar este poema con atención y replantearse su vida.

ALREDEDOR NO HAY NADA…

El moño, las pestañas, las pupilas,
el peroné, la tibia, las narices,
la frente, los tobillos, las axilas,
el menisco, la aorta, las varices.
La garganta, los párpados, las cejas,
las plantas de los pies, la comisura,
los cabellos, el coxis, las orejas,
los nervios, la matriz, la dentadura.
Las encías, las nalgas, los tendones,
la rabadilla, el vientre, las costillas,
los húmeros, el pubis, los talones.
La clavícula, el cráneo, la papada,
el clítoris, el alma, las cosquillas,
esa es mi patria, alrededor no hay nada …