O parrulo nun vaso

Esta es la crónica de un gran día en conjunto y de un gran cantautor en directo en concreto. Ayer por fin pude asistir a un concierto de Rafita. La verdad es que me lo pasé genial. Consiguió meter a la gente en sus canciones, movernos a todos y hacer que todos nos riésemos sin parar. El solo con guitarra defendió perfectamente todas esas canciones que solo había escuchado en su versión con banda, y la verdad es que sonaban realmente bien. Nos demostro que es un poeta con canciones como :Voy persiguiendo a la luna me cago en tu padre y no tengoninguna razón para odiarte pero simplemente me acuerdo de ti. Al ritmo de la que todos bailamos y cantamos (o gritamos).

El caso es que el día había empezado bien. Descubrí que los catalanes no están tan pendientes del dinero como tienen por fama. En el gimnasio nos cobraron 5 euros de menos (se despistaron y no nos pidieron los carnets de la UPC) y nos dejaron la bola gratis (cuando dijeron que nos la cobrarían). Pero lo mejor es que alquilamos la pista por una hora y estuvimos dos, pagando lo mismo. Va a ser que toda regla tiene su excepción.

Finalmente acabé el día (más bien la noche) en un concierto ska de un grupo valenciano de cuyo nombre no puedo (tampoco es que quiera) acordarme. Saltando al ritmo de las trompetas completé un día de intenso ejercicio. Con los pies cubiertos de barro y con tierra hasta las rodillas regresé a casa para tirarme y caer rendido en la cama. Es lo que yo llamo una jornada intensa.

Aquí os dejo una canción de Rafa Pons que descubrí hace poco y que, aunque no la toco en el concierto, me habría encantado escuchar.

Rafa Pons - La última estación