8 feb 2008

Si las catedrales se cansaran de ser ruinas del fracaso de Dios

Vuelvo a postear después de tanto tiempo en mi regreso escalado a la normalidad urbanita de Barcelona para comentar la polémica creada por la Conferencia Episcopal (que no por la iglesia) con su comunicado pidiendo el voto para los que no negocien con terroristas.

Creo que aquí las dos partes enfrentadas por este comunicado (como siempre socialistas y peperos) tienen parte de razón.

Primero he de decir que los socialistas tienen razón al quejarse por este comunicado por varias razones. La primera es el esfuerzo que han hecho (cosa que yo todavía no comprendo) para llevarse bien con la iglesia reforzando los acuerdos del estado con esta, que solo han tenido como recompensa acusaciones rastreras como las de la manifestación de Madrid (en las que se acusaba al govierno de dar un paso a atrás en los derechos humanos en España). La segunda es que una institución como la iglesia no debería inmiscuirse en temas políticos. Su función en la sociedad debe de ser la de una religión, y por lo tanto debería ocuparse de que sus fieles cumplan con sus preceptos y "velar por sus almas", no intentar cambiar el rumbo de unas elecciones. Si lo que desean es tener poder deberían crear un partido político y ver que resultado sacarían en la Católica España en la que ellos creen vivir.

La gente del PP tiene también razón al decir que el PSOE lo ha sacado todo de quicio en un intento de apartar la vista de todo el mundo de los temas que realmente interesan a la gente como la subida de los precios de los bienes más básicos, o el incremento del paro. Mediante esta magnificación del tema los socialistas han obtenido dos grandes beneficios, uno apartar la vista de la gente de los problemas reales y otro mover a toda esa gente que en España está en contra de la más rancia jerarquía eclesiástica.

Finalmente la Conferencia Episcopal merece una crítica, porque, aunque en España hay libertad de expresión (y por lo tanto pueden expresar su opinión cuando quieran) cada uno debería tener moral y conciencia para saber lo que puede o debe hacer con sus influencias. Lo que más ha molestado a mucha gente (entre ellos a mi) es que los Obispos piden el voto para un partido clara y abiertamente, pero no dicen en ningún momento que partido es, y cuando se les pregunta ellos dicen que no lo han hecho que solo han dado unas directrices. Lo que no se puede es intentar engañar a la gente, y si quieres dar tu opinión para mover a la gente que te sigue en un sentido lo mínimo que estos te pueden exigir es que seas sincero y claro y no intentes confundir lo inconfundible.